Puente Wawa Boom, Puente Wawa Boom, soñado por centenares de miles de caribeños nicaragüenses

Wawa Boom, puente soñado, anhelado, por centenares de miles de nicaragüenses caribeños y toda Nicaragua

*Donde se construyó este maravilloso y utilísimo Puente Wawa Boom hubo aserraderos, puentes, trenes o ferrocarriles de 115 kilómetros y 50 ramales, propiedad de empresas bananeras, madereras y saqueadoras de oro, gringas y europeas

*Estas empresas extranjeras, con la autorización vende patria y traidora de gobiernos conservadores y liberales y del somocismo genocida, robaron colosales cantidades de madera fina, dejaron degradados los suelos periféricos (cuencas) de los ríos Wawa y Kukalaya, cuyos caudales son navegables y circulan paralelos antes de desembocar en el Mar Caribe Norte nicaragüense

*Al irse de Nicaragua arrancaron puentes, desarmaron los trenes, desprendieron rieles, y ¡ah, eso sí¡, le vendieron al Estado el muelle de Puerto Cabezas y los edificios viejos en que alojaban oficinas y aserraderos

*Pablo Emilio Barreto Pérez

Según datos del Ministerio de Transporte e Infraestructura, el gobierno revolucionario sandinista, encabezado por el Comandante Daniel Ortega Saavedra, en 15 años ha construido ya casi cinco mil kilómetros de carretera nuevas, de primera calidad, soñadas, anheladas por más de un centenar de años, y decenas de puentes emblemáticos, también ambicionados, deseados, ilusionados durante, a lo mejor, por unos 200 años, por centenares de miles de nicaragüenses; sí, unos 200 años desde cuando, digamos, españoles e ingleses colonizadores genocidas se dedicaron a robarnos nuestras tierras, a matar masivamente a nuestros abuelos aborígenes, a esclavizar malvadamente a nuestros padres originarios, y también al saqueo de nuestros recursos naturales como oro y madera, mientras Nicaragua entera se vio siempre sumida en vías pantanosas por falta de carreteras y con la desgracia de no poder cruzar de forma segura ríos y cauces por falta de puentes soñados como los del Paso de Panaloya, Santa Fé, Wiwilí en el Río Coco y el Wawa Boom, entre las célebres minas caribeñas Rosita, Siuna, Bonanza y Puerto Cabezas, entre Puerto Cabezas y el Municipio de Waspam, ubicado en la orilla del Río Coco.

Por mi trabajo de periodista, fotógrafo y editor de páginas en el Diario LA PRENSA del doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (Héroe Nacional), primero, y después en el Diario BARRICADA del Frente Sandinista (FSLN), durante casi 40 años sumando ambos casos, conocí casi todo el territorio nacional nicaragüense y como consecuencia las aspiraciones históricas, los sueños centenarios, especialmente de centenares de miles de pobladores del Caribe nicaragüense (Sur y Norte).

En otro escrito, anterior, relacionado con los sueños de seres humanos sencillos, indicaba cómo fui testigo presencial de dificultades por falta de carreteras pavimentadas entre Managua y Bluefields, entre Managua y Puerto Cabezas, entre Managua y las minas Rosita, Siuna y Bonanza, entre Managua y Waspam, ubicado en la orilla del río Coco; entre Managua y los dos Wiwilí, separados por el Río Coco, pertenecientes a Nueva Segovia y el Departamento de Jinotega, respectivamente.

En numerosas ocasiones fui testigo y participante en el famoso Paso de Panaloya, donde se juntan las aguas de los ríos Malacatoya y Tipitapa, y desde siempre se cruzaba en una barcaza y en pangas pequeñas, llamadas pipantes, movidas por remos.

El Paso de Panaloya se ubica en el lado Noroeste del Lago de Nicaragua y de la Ciudad de Granada. Si el río no estaba crecido, uno con cargas pequeñas podía cruzarlo en los pipantes, mediante el pago correspondiente.

Si uno iba a cruzar con un jeep, un camión, una camioneta, una motocicleta o un carretón con su respectivo caballo, debía usar irremediablemente la barcaza, la cual no funcionaba cuando estaba descompuesta o mientras el río estaba crecido y desbordado en épocas lluviosas.

En numerosas ocasiones me tocó pasar por el Paso de Panaloya en mi jeeps Niva. Si la barcaza estaba detenida, uno debía esperar hasta dos o tres días para poder cruzar de un lado al otro.

Miles de pobladores de las comunidades del lado Norte y Sur del Paso de Panaloya, incluyendo boaqueños y chontaleños, siempre soñaron, anhelaron con tener una carretera y el puente para cruzar este famoso Río Malacatoya y llegar a la Ciudad de Granada sin tantas dificultades y viceversa.

Una semana después del paso mortal del Huracán Mitch, fui nuevamente a los dos Wiwilí, con el fin de conocer cómo habían quedado estos dos poblados y resto de poblaciones ubicadas en ambas márgenes del Río Coco, el cual se desbordó unos 200 metros a ambos lados de su caudal.

El desborde del caudal del Río Coco causó destrozos en casas, calles y parte de la infraestructura de los dos municipios llamados Wiwilí, uno en el lado Norte del río y el otro por el Sur, respectivamente pertenecientes a Nueva Segovia y al Departamento de Jinotega.

Hicimos aquel viaje a Wiwilí German “Chocolate” Mendoza y yo. “Chocolate” era en esos días concejal del Frente Sandinista en Managua. Él fue a ver el estado de salud de familiares suyos, entre los cuales se contaba al secretario Político del FSLN de Wiwilí, de Nueva Segovia.

Allí me encontré a Ernesto “Tito” Úbeda Tinoco, de 81 años en ese momento. “Tito” Úbeda Tinoco fue uno de los integrantes del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, dirigido por el General Augusto C. Sandino, quienes precisamente se movían en estas zonas de Wiwilí, Quilalí, todo el territorio de Jinotega y Nueva Segovia, donde se ubicaba su famoso Campamento del Chipote.

“Desde cuando estaban por aquí el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional y Sandino, los pobladores de acá hemos soñado con la construcción de un Puente entre los dos Wiwilí para cruzar el Río Coco sin dificultades y no quedar aislados cuando llueve copiosamente”, me dijo Úbeda Tinoco, mientras usábamos pipantes con remos para cruzar el Río Coco de un lado a otro.

Este escueto relato de “Tito” Úbeda Tinoco, de otros pobladores y de la estructura política del FSLN, muestra cómo los sueños de tener carreteras de primera calidad y puentes soñados, anhelados, ambicionados por centenares de miles de seres humanos sencillos, de zonas rurales y urbanas; sí, ilusión popular humana en estos territorios nacionales, frustrada por los gobiernos traidores y vendepatria conservadores, liberales, de los 45 años del  somocismo genocida, por la agresión militar, económica, cultural y de bloqueo financiero del gobierno criminal genocida de Estados Unidos en la década del 80 del siglo 20; y se sumaron las traiciones corruptas, descaradas, de saqueos, de robos de los presupuestos estatales  nacionales por parte de los gobiernos neoliberales vende patria de 1990 hasta enero del 2007, año cuando, realmente, comienzan a hacerse realidad, envueltas en actividades festivas, sí, se cumplen los sueños de tener carreteras de primera categoría y puentes emblemáticos como los de Santa Fé en Río San Juan, Paso de Panaloya, Wiwilí y hace pocos días la conclusión, construcción del Puente Wawa Boom, todo esto cumpliéndose por los planes de desarrollo emprendidos por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, “sólo el sandinismo no más”, encabezado por el comandante Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo Zambrana.

Era un drama desesperante cruzar el Río Wawa de las minas a Bilwi y de Puerto Cabezas a Waspam

En unas 20 ocasiones me tocó cruzar el Río Wawa en la famosa barcaza, primero era de madera y después de metal. En ambos frentes de la barcaza se desplegaba una plataforma al ras del suelo y del agua, con el fin de subir y bajar rastras, furgones, camiones, tractores, camionetas, jeeps, automóviles, caballos, burros, mulas, bueyes, vacas, terneros, gallinas, chompipes, carretas, gente de a pie, unos cargados con mercancías y otros vacíos, de un lado y del otro.

Esta barcaza funcionaba con motores y cables. Era como un barco con su motor incorporado: de madera sólida en toda la década del 70 y de metal ya en la década del 80 del siglo 20.

Si era época seca o sin lluvias continuas, el funcionamiento de la barcaza comenzaba a funcionar muy temprano del día. Si el motor estaba descompuesto o había un cable roto, entonces la barcaza se detenía durante medio día, un día o más tiempo. Si el Río Wawa estaba desbordado por lluvias, entonces la espera debía prolongarse por dos días, tres días, etc. En época seca, este cruce de Norte a Sur y viceversa en el Río Wawa es de unos 150 metros. Cuando hay desborde, el caudal del Wawa se amplía a 200 metros por ambos lados a la altura de la Comunidad Wawa Boom.

Antes de la existencia de la barcaza, cruzar el Río Wawa era extraordinariamente dramático. Las cargas y pasajeros podían llegar hasta la orilla del río, donde eran cruzados en pangas y lanchitas de remos. No era posible cruzar con furgones, camiones, camionetas y tractores, porque en pangas y lanchitas pequeñas no era factible atravesar con cargas muy pesadas. Tampoco se podía pasar con los vehículos funcionando por la profundidad del caudal del río, pues siempre fue profundo y navegable en el cruce de la Comunidad de Wawa Boom.

En varias ocasiones, yendo de las minas Rosita, Siuna y Bonanza, también de Prinzapolka, en rumbo a Puerto Cabezas y Waspam, me tocó quedarme a ambos lados del caudal del Río Wawa, por las dificultades antes mencionadas.

Esperando el funcionamiento de la barcaza se reunían hasta 100 seres humanos de la Costa Caribe nicaragüense y del Pacífico, es decir, por ejemplo, de Chontales, Boaco, Jinotega, Matagalpa, Managua, Río San Juan, todos en gestiones laborales, familiares, comunales, culturales y comerciales.

En estos grupos de seres humanos nicaragüenses escuchaba yo el deseo ferviente de tener una carretera buena, de primera calidad, y especialmente un puente para cruzar de un lado el Río Wawa por las terribles dificultades por este paso de Sur a Norte y viceversa.

El gobierno revolucionario sandinista dejó en buen estado la Carretera macadanizada y una mejor barcaza en 1990, a pesar de la agresión militar genocida de Estados Unidos, imperio capitalista del mal, cuya oligarquía criminal, su gobierno de ladrones y asesinos, sus organismos de inteligencia y su Pentágono guerrerista, le impusieron a Nicaragua guerra económica, financiera, bloqueo comercial, cultural en la década del 80 del siglo 20, etc.

Antes de 1980 ni la carretera macadanizada servía, porque tenía pegaderos en casi todo el trayecto, lo cual se repitió de forma vergonzosa durante los gobiernos neoliberales de traidores y vendidos al imperio del mal de 1990 a enero del 2007.

El soñado y anhelado Puente Wawa Boom de 255 metros de largo

Al anunciarse la construcción del soñado, anhelado, deseado fervientemente Puente Wawa Boom de 255 metros de extensión por parte del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, noté de inmediato la alegría inmensa de centenares de pobladores caribeños residentes en Managua, por ejemplo.

Yo me incluí en esa alegría porque fui testigo y participante de estos deseos centenarios cuando me tocaba viajar al Norte del Caribe nicaragüense por mi trabajo de periodista.

Este puente ya beneficia directamente a casi 150 mil habitantes, seres humanos nicaragüenses, de municipios del Caribe Norte de Nicaragua, específicamente de Puerto Cabezas, Waspam, minas Rosita, Siuna, Bonanza, Prinzapolka, más a todo el Caribe Sur y a todo nuestro país, porque hoy todos estos sectores ya están comunicados por carreteras de primerísima calidad y puentes de enorme trascendencia como el Wawa Boom, Wiwilí, Santa Fé (Río San Juan) y Paso de Panaloya, por ejemplo.

El Río Wawa tiene una longitud, un recorrido, de 170 kilómetros desde su nacimiento en el Cerro Bolivia, al Noreste de Bonanza, hasta su desembocadura en el Mar Caribe nicaragüense, donde se explaya formando una famosa e importantísima laguna marina llamada Karatá, situada al Sur de Puerto Cabezas.

En su curso cercano al Mar Caribe nicaragüense, el Río Wawa es navegable para embarcaciones de calado mediano. El Río Kukalaya, nace en el selvático Cerro Cola Blanca, al Este de Bonanza. Su recorrido, de 140 kilómetros, es casi paralelo al Río Wawa. Ambos ríos describen un largo y sinuoso recorrido entre bosques (selvas) húmedos tropicales, en algunos sitios muy pantanosos.

El Río Kukalaya en su recorrido se junta con el también Río Layasiksa, cuyos caudales forman pantanos y una laguna marina costera, llamada Wounta

Los caudales y cuencas del Wawa y Kukalaya fueron usados, explotados por tenebrosas empresas bananeras y madereras de los Hermanos Brautigam (de origen sueco, europeos), la NIPCO y la Estándar Fruit Company, norteamericanas, las cuales causaron daños terribles a las selvas, suelos, bosques y seres humanos en el Caribe Norte nicaragüense, donde el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, jefeado por el General Augusto C. Sandino, incursionó, atacó estas empresas bananeras y madereras porque le robaban descaradamente al país con la complicidad plena de políticos conservadores y liberales traidores y vende patria.

Empresas bananeras y madereras gringas y europeas tenían puentes y trenes en el Wawa

Pocos ciudadanos nicaragüenses están enterados de que estas empresas bananeras y madereras extranjeras construyeron aserríos, un muelle en Puerto Cabezas, puentes y ferrocarriles a lo largo del caudal del Río Wawa hasta la orilla de la Laguna Karatá, donde decenas de millones de cabezas de bananos y miles de toneladas de madera fina (pinos, caoba, cedro real, cortés, guayabón, guácimo blanco, nancitón, guaba colorado, resina de pino, etc.) eran cargados en barcos de gran calado hacia Estados Unidos y Europa.

También se llevaban oro de las minas Rosita, Siuna y Bonanza. Esto siempre provocó contaminación del Río Bambana, el cual fue envenenado con cianuro y otros químicos envenenadores del agua y segura muerte de peces. Asimismo, se llevaban langosta y camarones.

, estas empresas extranjeras para su saqueo muy eficiente de recursos naturales construyeron un puente de bases muy sólidas para cruzar el Río Wawa a la altura de la Comunidad Snaky, donde igualmente comenzaban los 115 kilómetros de rieles para el tren y sus vagones, más 50 ramales de ferrocarriles en medio de bosques y selvas nicaragüenses, todos utilizados para transportar los bananos, madera en bruto y aserrada; resina, oro, animales silvestres, langostas y camarones, hasta la Laguna Karatá y muelle en Puerto Cabezas, donde, repito, esperaban los barcos de gran calado, es decir, embarcaciones grandes.

Además del saqueo de nuestros recursos naturales, en 1967 se registró un escándalo en el país porque el gobierno somocista le hizo un préstamo gigante a la empresa NIPCO a través del INFONAC, para que sus dueños extranjeros se dedicaran en mayor escala a extraer resina de pinos, lo cual provocaba más derrumbe de los pinares en el Caribe Norte nicaragüense.

El puente mencionado servía para el cruce del ferrocarril de un lado a otro del Río Wawa, pues como digo estas empresas extranjeras, con autorización plena, vende patria, traidora, de los gobiernos conservadores, liberales  y somocista, se desplazaban con sus maquinarias en las cuencas de los ríos Prinzapolka, Kukalaya y Wawa, para lo cual también habían construido carreteras macadanizadas (“trochas”, les decían), para la circulación de camiones también cargados con bananos, madera, oro, resina y animales silvestres y acuáticos nuestros.

También tenían pistas aéreas en medio de la selva, donde aterrizaban aviones ejecutivos de los dueños malvados, perversos, cruelísimos, despiadados, procedentes de Estados Unidos y Europa, acostumbrados a robarnos descaradamente nuestros recursos naturales.

100 mil y 80 mil acres les habían cedido en concesión los gobiernos mencionados a la Estándar Fruit Company y NIPCO, respectivamente, según datos históricos, con un alquiler ridículo de 12.5 centavos de dólar por hectárea. Tampoco pagaban por el uso de las aguas de los ríos Wawa y Kukalaya, ni por toda la madera y oro robados.

Los trabajadores empleados, esclavizados “montaña adentro”, “como mano de obra baratísima”, de estas compañías extranjeras saqueadoras eran de comunidades originarias del Caribe Norte nicaragüense, jamaiquinos, haitianos, chinos, hondureños, etc., los cuales siempre estaban endeudados en los “comisariatos” de las empresas.

Trabajadores explotados salvajemente

Centenares de estos trabajadores no recibieron salarios en 11 años, por ejemplo, porque todo lo debían por anticipado en esos “comisariatos”, donde les cobraban sumas muy elevadas por comida, ropa, botas de huele…y todo de muy mala calidad.

Algunos de aquellos hombres permanecían enfermos de malaria y tuberculosis, y morían por esas enfermedades como animales silvestres, sin la atención médica adecuada correspondiente.

También fallecían por envenenamiento, porque ellos personalmente, estos trabajadores, fumigaban los plantíos de bananos con las llamadas motomochilas al hombro, y se bañaban el cuerpo de plaguicidas, los cuales se les introducían por la piel, la boca y la nariz. Asimismo, algunos fallecían después de ser mordidos por serpientes venenosas, como la barba amarilla, la cual abunda en el Caribe nicaragüense.

Según registros históricos, la Fruit Company norteamericana se llevó del Caribe Norte nicaragüense seis millones 109 mil cabezas de bananos en 1931, es decir, cuando todavía el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional seguía combatiendo a los invasores militares y agresores yanquis, para expulsarlos de Nicaragua.

Estas empresas bananeras  y madereras extranjeras, de propietarios europeos y gringos, continuaron sus saqueos de nuestros recursos naturales en las décadas del 40 y del 50 del siglo 20. Las empresas bananeras levantaron campo a finales de la década del 30 y comienzo del 40 del siglo 20.

Decidieron irse, dichosamente, cuando se dieron cuentas del deterioro de decenas de miles de hectáreas del suelo semi pantanoso y arenoso del Sur de Puerto Cabezas, y porque las plantaciones de bananos fueron también afectadas por el “mal de Panamá” y de “enfermedad de Sigatoka”, consistentes en hongos en las plantas de chagüites.

Desmontan puentes y ferrocarriles

Al irse, sin contemplaciones, en forma despiadada, desmontaron todo el Ferrocarril, arrancaron los rieles, arrancaron y desbarataron el puente. Hoy sólo quedan bases anchas, muy fuertes, de concreto y hierro, como huellas históricas de la existencia del puente y del Ferrocarril en orillas cercanas al caudal del Río Wawa.

¡Ah, eso sí¡ Al levantar campo le vendieron al Estado edificios viejos, locales de oficinas, del Comisariato, campamentos y barracas sucias, mal olientes, en las cuales dormían los trabajadores, más el muelle de Puerto Cabezas. El gobierno somocista genocida, vende patria y traidor, con sumo gusto les pagó dinero del Estado por aquellos edificios viejos, inservibles, por estar en media montaña y porque ya estaban inservibles.

El Puente Wawa Boom es una preciosidad de obra de infraestructura e ingeniería, de 255 metros de largo, casi 12 metros de ancho, con cuatro carriles, convertido ya en una maravilla vial, esencial para las comunicaciones, circulaciones de seres humanos de la Costa Caribe nicaragüense, entre el Sur y el Norte caribeño, entre las minas Bonanza, Siuna y Rosita y Puerto Cabezas y Waspam; entre Puerto Cabezas y Waspam, entre Puerto Cabezas y Prinzapolka, entre Bluefields y Puerto Cabezas, entre Puerto Cabezas y Río San Juan; entre Puerto Cabezas y Managua, entre la Costa Caribe nicaragüense y resto de Nicaragua hacia Granada, Rivas, Matagalpa, Jinotega, Estelí, Madriz, Nueva Segovia, Chinandega, León, Masaya…

Los varios miles de kilómetros de carreteras nuevas y los puentes extraordinarios como el Wawa Boom, Santa Fé, Wiwilí y Paso de Panaloya, por ejemplo; sí, carreteras y puentes soñados en el Caribe nicaragüense y en toda Nicaragua, cuyos habitantes, pobladores conscientes, están claros de que entre el año 2007 y 2022, el país entero ya está comunicado casi plenamente por la vía de carreteras y puentes soñados por centenares de años, hoy convertidos en realidad, gracias al Frente Sandinista de Liberación Nacional, gracias al Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, identificado plenamente con los intereses populares, con sentido profundo de Patria Digna y Soberana.

Estas carreteras nuevas y puentes, también nuevos, anhelados desde hace más de cien años hasta hace poco tiempo, ya son un orgullo local en el Caribe Norte y Sur, por ejemplo, en toda Nicaragua, y se aprecia cómo los pobladores se muestran felices, llenos de contento, al circular por estas carreteras y puentes en vehículos, en bicicletas, en motocicletas, en autobuses, microbuses, camionetas, en carretas, en caballos, en mulas, en burros y a pie.

“Sólo el sandinismo no más” ha sido capaz de interpretar los sueños más anhelados de millones de seres humanos.

El Gobierno Revolucionario Sandinista ha elaborado los planes para construir carreteras y puentes como el Wawa Boom, y los trabajadores, ingenieros civiles, técnicos especializados en construcciones, operadores de maquinarias y los obreros, han sido los constructores de estas obras viales de primería categoría.

En el caso del Wawa Boom laboraron 220 trabajadores, 80 de los cuales son originarios de las mismas comunidades periféricas del río y del puente, ubicado 37 kilómetros al Sur de la Ciudad de Bilwi, Capital del Municipio de Puerto Cabezas.

Noviembre, 2022.

*Pablo Emilio Barreto Pérez: periodista, fotógrafo, Investigador Histórico, Cronista de la Capital, Hijo Dilecto de Managua, Orden Independencias Cultural Rubén Darío, Orden José Benito Escobar Pérez de la Central Sandinista de Trabajadores (nacional), Orden Servidor de la Comunidad del Movimiento Comunal Nicaragüense y Orden Juan Ramón Avilés de la Alcaldía de Managua.

Acerca de Pablo Emilio Barreto Pérez

Pablo Emilio Barreto Pérez es: *Orden Independencia Cultural Rubén Darío, *Orden Servidor de la Comunidad e Hijo Dilecto de Managua.
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