Países bombardeados por Estados Unidos, países bombardeados, agredidos, invadidos por Estados Unidos y asesinados masivamente sus ciudadanos

Primero les tocó a Ocotal y Chinandega, en Nicaragua

Países agredidos, invadidos militarmente y bombardeados por Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial

Pablo Emilio Barreto Pérez

Los primeros bombardeos aéreos de Estados Unidos contra Nicaragua fueron sobre las ciudades de Ocotal, Capital departamental de Nueva Segovia, y Chinandega, en julio y febrero de 1927, respectivamente, cuando Nicaragua estaba siendo agredida, invadida militarmente y bombardeada por las tropas invasoras gringas genocidas, enviadas por tercera vez  por la oligarquía criminal norteamericana, su gobierno injerencista genocida y sus jefes militares negociantes y ya haciendo guerras agresoras y de robos por todo el mundo.

Los gringos invasores y agresores militares, con el apoyo pleno de conservadores traidores, vende patria, encabezados por Emiliano Chamorro Vargas, Adolfo Díaz Resinos y el liberal despreciable y traidor José María “Chema”  Moncada Tapia, tenían ocupado militarmente toda Nicaragua, entre otras ciudades: Managua, Ocotal, Chinandega, Masaya, Granada, Jinotepe, Diriamba, etc.

El General Augusto C. Sandino, ejemplarísimo patriota revolucionario antiimperialista, comandando el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, estaba ya operando contra los gringos invasores en el Norte de Nicaragua, específicamente en los departamentos de Nueva Segovia, Madriz, Estelí, Jinotega y Matagalpa.

Una de las ciudades ocupadas militarmente por yanquis genocidas y la Guardia Nacional (gringos y Guardia Nacional eran lo mismo, organismos militares dirigidos por los yanquis invasores), era Ocotal, la Capital del Departamento de Nueva Segovia.

Las tropas patriotas del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, comandadas por Sandino, atacaron a los invasores yanquis y sus cómplices en la madrugada del 16 de julio de 1927. Las tropas invasoras estaban comandadas por un tal capitán gringo, llamado Gilbert D. Hatfield, otro tal capitán Grover C. Darnell y el despreciable teniente gringo-Guardia Nacional, Thomas Bruce. Estos tres jefes agresores genocidas contaban con ametralladoras modernas calibres 30 y 50, fusilería, pistolas y cañones de alta potencia.

Los combatientes del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional andaban muy mal armados, con pocas armas y municiones, eran campesinos, artesanos y sin entrenamientos militares formales, cuando comenzaban sus operaciones políticas bélicas móviles contra los agresores yanquis genocidas.

Sin embargo, Sandino dispuso su tropa para el asalto de los cuarteles de los gringos invasores y de los guardias nacionales traidores, en Ocotal. Al notar la insistencia, resistencia, valentía, audacia, sin retroceso de los patriotas, el tal  capitán Hatfield ordenó a sus pilotos Hayne D. Boyolen (“loco Boyolen”) y Michel Wadarrsczyk (“caballo de guerra polaco”), cuyos aviones estaban en una pista aérea de Ocotal, que ametrallaran “desde el aire a los bandidos de Sandino”.

Y desde Managua, el jefe del escuadrón de aviones bombarderos, Ross. E Rowell, envió otras cinco aeronaves bombarderas de la Marina agresora estadounidense con bombas y ametralladoras, para continuar el ametrallamiento y bombardeo sobre la Ciudad de Ocotal.

Cada uno de estos 5 aviones lanzaron 10 bombas de 17 libras cada una, más 1, 200 balas de cada una de dos ametralladoras (una delante y otra en el lado trasero de la cola de cada uno de aquellos aviones), lo cual provocó pánico entre los ciudadanos humildes de Ocotal, muchas muertes entre la población civil y por supuesto, las explosiones de bombas incendiaron la Ciudad de Ocotal.

Seis meses antes, entre el 6 y 18 de febrero de 1927, el mismo Ross Rowel, especialista en demolición y feje del escuadrón de los aviones bombarderos de los gringos genocidas, envió a los pilotos Lee Mason y William Brooks, a lanzarle candelas de dinamita a la Ciudad de Chinandega, con el fin de desalojar a los liberales de las tropas de Parajón.

Por supuesto, la Ciudad de Chinandega fue incendiada por los cuatro costados, tal como hicieron los mismos gringos genocidas con la Ciudad de Managua al ocurrir el Terremoto del 31 de marzo de 1931. Managua fue rodeada por un incendio provocado y dirigido, al mejor estilo de demolición controlada.

Nicaragua siguió siendo bombardeada por las tropas de Estados Unidos, mientras perseguían a Sandino y al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional.

Sobre estos hechos de bombardeos aéreos de Estados Unidos contra Nicaragua muy poco se informa en los libros de Historia. ¡Claro¡, esos libros han sido escritos por los agresores y explotadores, o por intelectuales vendidos al imperio capitalista-imperialista genocida.

Después llegaron los bombardeos cobardes, mortales, genocidas, de Estados Unidos contra un montón de países de América Latina y del Mundo, comenzando con las bombas atómicas lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagazaki, en agosto de 1945, las cuales mataron al instante a más de 300 mil japoneses (hombres, mujeres y niños), gente sencilla, civil, convertida en vapores por las explosiones nucleares genocidas yanquis; las casas quedaron en carbones regados como en campo libre, los árboles, arbustos y hierbas igualmente fueron borrados por las temperaturas elevadísimas, las cuales igualmente hicieron desaparecer a animales domésticos y silvestres.

74 años después en Hiroshima y Nagazaki, siguen apareciendo seres humanos y animales con cáncer, debido a la radiación dejada por las bombas atómicas sobre el Medio Ambiente japonés.

Japón ya se había rendido, pero la oligarquía norteamericana, el ignorante y brutal Harry Truman, científicos malvados como J. Robert Oppenheimer  y el ejército de jefes asesinos genocidas de Estados Unidos, oportunistas, cruelísimos, atroces, feroces, malvados, querían dejar sembrado el terror en todo el mundo, a todos los países, a la población humana mundial, como sentando una posición horriblemente primitiva:

“Yo mando en toda la Tierra, hago lo que quiero, yo les invado y bombardeo países, los mato, les robo sus recursos naturales, y, si se oponen, entonces les lanzo bombas atómicas”.

Más o menos ese fue el mensaje de Estados Unidos contra la Humanidad. Por eso en Nicaragua decimos: “gringos, enemigos de la Humanidad”. Oppenheimer es considerado en el mundo criminal de Estados Unidos, incluyendo universidades “distinguidas”, como “el padre de la bomba atómica”.

Países bombardeados por Estados Unido desde 1945

Hiroshima y Nagazaki, Japón, en agosto de 1945.

Corea:  de 1950 a 1953.

Guatemala: Desde 1954 hasta hace unos 15 años.

Indonesia en 1958

Cuba: de 1959 a 1961

Guatemala nuevamente en 1960

Congo: en 1964

Laos: de 1964 a 1973

Cambodia:  de 1969 a 1970

Vietnam de 1955 a 1975

Guatemala nuevamente de 1967 a 1969

Grenada en 1983

Líbano: de 1983 a 1984

Libia: 1986

El Salvador en toda la década del 80 del siglo 20

Nicaragua en toda la década del 80 del siglo 20

Irán en 1987

Panamá en 1989

Irak en 1991. También el Golfo Pérsico en 1981.

Kuwáit en 1991

Somalia en 1993

Bosnia en 1994 y 1995

Sudán en 1998

Afganistán en 1998

Yugoslavia en 1999

Yemen en  2002

Irak, nuevamente, en 2003 hasta el 2015

Afganistán, nuevamente, del 2001 al 2015

Pakistán del 2007 hasta el 2011

Somalia, nuevamente,  desde el 2007 hasta el 2011

Yemen, nuevamente, del 2009 al 2011 y hasta el 2024 continúan los bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra Yemen

Libia del 2011 al 2015, incluyendo el asesinato vil de Moamuar Kadafi

Siria desde el 204-2015, lo cual continúa hasta 2024

Uno de los primeros países agredidos y bombardeados por Estados Unidos, desde las primeras décadas del siglo 20, fue Haití, comenzando en 1914, después en 1915 hasta 1934.

En todas las invasiones y agresiones militares contra Haití, Estados Unidos trató de justificar sus crímenes genocidas con los argumentos de “restauración de la democracia”, “protección del personal diplomático nuestro”, “protección de nuestros ciudadanos”, y al final el país, Haití, quedaba como el resto de países agredidos por Estados Unidos: destruidos, con asesinatos masivos, saqueo de sus recursos naturales, parte de sus dirigentes populares exterminados, el país destruido…

Y continuaron las agresiones contra Haití, decididas por Estados Unidos y traidores locales, cuando tropas gringas con Naciones Unidas intervinieron dos veces en 1993, luego en 2000 y 2004. Actualmente, en 2024 tienen nuevamente invadido Haití con tropas yanquis, con el alegato de siempre: protección de su personal diplomático y “restaurar el orden”.

Vale recordar que Estados Unidos creó en Haití la monstruosa tiranía genocida de Francois Duvalier, cuyo heredero fue el también despreciable Jean-Claude Duvalier (su hijo).

Haití tuvo la desdicha histórica, además, de que dos despreciables y atroces imperios coloniales europeos: España y Francia se apoderaran de su territorio desde el siglo 15, comenzando allí (en la llamada Isla Española) las matanzas o exterminio de nuestros abuelos aborígenes, agrupados en nuestras Comunidades Originarias, Comunidades Primitivas, Gens o Tribus, en este caso específico los taínos.

Como aves de rapiña muy primitivas, los dos imperios coloniales (hoy totalmente decadentes, agonizantes, dichosamente), se disputaron el territorio de La Española, y se lo repartieron, lo dividieron en dos hoy conocidos como Haití y República Dominicana.

Los abuelos taínos lucharon contra ese reparto territorial malvado, pero ¡claro¡, no pudieron vencer a sus verdugos porque los colonizadores racistas, esclavistas, genocidas, cruelísimos, atroces, muy feroces, andaban bien armados con armas de fuego, cutachas, cuchillos bien afilados, cadenas o grilletes, caballos y perros entrenados también para matar seres humanos, mientras nuestros aborígenes taínos sólo contaban con flechitas de madera.

En aquellos tiempos Francia se robó 27 mil 750 kilómetros cuadrados, mientras España se quedó con 48,730 kilómetros cuadrados, donde se ubica hoy República Dominicana.

Haití fue el primer territorio latinoamericano en liberarse del colonialismo francés, en 1804, del yugo colonial genocida de Francia, pues los revolucionarios anticolonizadores, la inmensa mayoría negros de origen esclavo, hicieron pedazos al ejército colonial francés.

Inclusive, estos revolucionarios haitianos le facilitaron armas y hombres a Simón Bolívar para emprender la lucha de liberación anticolonial en América del Sur.

Otros países invadidos y bombardeados por Estados Unidos, y 16 de sus países vasallos coloniales genocidas europeos, fueron la República Popular de Corea y la República Popular China entre 1950 y 1953.

Toda la población de la Península de Corea y casi todo el territorio chino habían sido colonias del despreciable Japón colonialista nazi fascista, aliado de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

Antes de terminar la Segunda Guerra Mundial en agosto de 1945, ya estaba avanzando la Revolución Popular China en todo el inmenso territorio chino. Igual estaba ocurriendo en el lado Norte de la Península de Corea, colindante con China.

Estados Unidos y sus aliados mafiosos, morfinómanos europeos, canadienses y australianos, autollamados “Occidente”, ya habían desatado sus políticas rabiosas anticomunistas, antisocialistas, antirrevolucionarias, llamado todo esto “Guerra Fría”, particularmente en contra de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y del Socialismo Europeo del Este, cuando precisamente intervinieron para impedir que los revolucionarios de Corea del Norte se pusieran de acuerdo para unificar a las dos Coreas.

Ya había un acuerdo de dividir el territorio de la Península coreana en el paralelo 38. Hubo incidentes, encontronazos, en ese paralelo de los dos lados, y entonces Estados Unidos ya acostumbrado a agredir e invadir militarmente países, armó una coalición de 16 bandidos morfinómanos colonialistas europeos y se lanzaron contra los revolucionarios de Corea del Norte, los agredieron, los bombardearon, y les mataron varios millones de seres humanos.

La República Popular China, recién creada y su Revolución Popular también recién triunfante en 1949, recibió tremenda dosis de bombardeos aéreos por parte de Estados Unidos, y de sus 16 marionetas europeas por intentar defender a los revolucionarios de Corea del Norte, dirigidos por Kim Ill Sum.

Además, Estados Unidos y sus aliados les suministraron miles de armas ligeras y pesadas y millonadas de municiones, más toneladas de dólares a sus angelitos contrarrevolucionarios de Corea del Sur.

Estados Unidos y sus aliados dividieron Corea, así como España y Francia como aves de rapiña dejaron dividido el territorio dominicano y haitiano en el Mar Caribe, en el siglo 16.

Ya para entonces (1950-1953), Estados Unidos agresor militar permanente contra centenares de países en toda la Madre Tierra, por eso en Nicaragua sostenemos: “EEUU es enemigo de la Humanidad”, ya tenían superarmados a los contrarrevolucionarios chinos en Taiwán, quienes huyendo de la Revolución Popular China, se fueron a apoderar de la Isla taiwanesa, con el apoyo militar y financiero de los gringos genocidas.

Estados Unidos, cuya oligarquía feroz, atroz, cruelísima, perversa, genocida, se ha creído dueña del mundo entero, igual se apoderaron de este territorio chino por medio de traidores a la Patria China, cuya dirigencia revolucionaria popular, su gobierno revolucionario y el Partido Comunista Chino, desde entonces, al mismo tiempo, sostienen que Taiwán es parte integral del territorio de China, y lo van a recuperar como recuperaron Hong Kong de las garras coloniales genocidas del Reino Unido y Macao de las también garras coloniales de Portugal.

A Guatemala le tocó ver su suelo patrio ensangrentado por la agresión militar de Estados Unidos en junio de 1954, para lo cual la oligarquía guatemalteca, una de las más feroces, atroces y cruelísimas de Centroamérica desde antes de 1821; la oligarquía yanqui genocida, la pervertidísima y mortal Agencia Central de Inteligencia  (CIA) gringa, el Ejército criminal agresor norteamericano y el presidente estadounidense Dwight David Eisenhower, la empresa trasnacional bananera sanguinaria United Fruit Company, sí, todos estos agresores genocidas usaron a miles de traidores guatemaltecos para dar el golpe de Estado, encabezados por el coronel Carlos Castillo Armas.

Jacobo Árbenz Guzmán había sido elegido presidente de Guatemala en elecciones populares, de forma legítima, usando las reglas burguesas e imperialistas yanquis para efectuar elecciones presidenciales y diputadiles en América Latina.

Árbenz Guzmán era político y militar guatemalteco. Había formado parte del grupo de militares de la llamada Revolución de 1944.

En Costa Rica, en Nicaragua, en Honduras y en Guatemala estaba operando la United Fruit Company, empresa trasnacional yanqui, convertida en portadora opresiva de los intereses funestos y mortales norteamericanos invasores genocidas de Estados Unidos en Centroamérica.

Apoyado por amplísimos sectores populares, militares y del Partido del Trabajo, menos por la oligarquía feroz, atroz, cruelísima, perversa, vende patria de Guatemala, desde antes de la Independencia de  centroamericana de 1821; Árbenz anunció y comenzó a poner en práctica, medidas gubernamentales progresistas como las siguientes: Convertir Guatemala en un Estado Moderno realmente independiente, soberano y autosostenible; desarrollar Reforma Agraria y Pecuaria en favor del desarrollo del campo y la ciudad; separación del Estado de sectores religiosos, promover respeto constitucional hacia los ciudadanos, reconocimiento a las mujeres como ciudadanas guatemaltecas; asegurar el voto femenino en Guatemala (las mujeres analfabetas no podían votar en las elecciones nacionales y municipales), mandó a eliminar el trabajo forzoso, las prisiones por deudas, ordenó los códigos o leyes nacionales, dio importancia especial a trabajadores de la ciudad y del campo, especialmente a las poblaciones humildes de origen maya; ordenó la reestructuración del Ejército, promovió la Unidad Centroamericana, como ya lo había hecho el presidente liberal  nicaragüense José Santos Zelaya López, quien asimismo fue derrocado por el gobierno criminal de Estados Unidos y traidores conservadores locales…

Árbenz Guzmán tomó posesión de su cargo en 1951. Inmediatamente, la oligarquía antipatriótica, vendida y traidora de Guatemala; la oligarquía de Estados Unidos con sus periodistas e intelectuales arrastrados, ubicados en medios de comunicación periodísticos privados y estatales, desataron feroz campaña propagandística de mentiras descaradas, manipulaciones, deformaciones de los hechos que estaban ya sucediendo por las medidas gubernamentales progresistas;  campañas de terror sicológico en contra del presidente, a quien acusaban, como eficientísimos portadores anticomunistas del Plan Marshall norteamericano, aseguraban: ´”Árbenz es comunista, está trayendo la “cortinada de hierro comunista soviética a Guatemala…”

Los conspiradores yanquis genocidas, la empresa trasnacional United Fruit Company, la Embajada norteamericana en Guatemala, la CIA, el Ejército gringo y el presidente yanqui Eisenhower, contaban con, al parecer, varios miles de traidores guatemaltecos, jefeados por Carlos Castillo Armas, quien había sido compañero de Árbenz Guzmán en el ejército de Guatemala.

Después de invadir el país y bombardear casi toda Guatemala, los golpistas lograron el objetivo de derrocar a Árbenz Guzmán el 18 de junio de 1954.

Guatemala quedó destrozada por los bombardeos aéreos de Estados Unidos. Miles de ciudadanos humildes, hombres y mujeres, fueron asesinados en las calles, dentro de sus casas y en zonas rurales opuestas al derrocamiento descarado de Árbenz Guzmán.

El presidente legítimo de Guatemala, Árbenz Guzmán, fue expulsado hacia el exilio en América del Sur. Fue separado brutalmente de su familia, de su esposa, de sus hijos y de su querida Guatemala. Fijó su residencia en México, donde falleció en 1977.

Quedó instalada en Guatemala la tiranía traidora, genocida, cruelísima, jefeada por Castillo Armas y sus jefes oligarcas de Estados Unidos y de Guatemala. La matanza, exterminio de seres humanos en Guatemala, ejecutada por las dos oligarquías, especialmente contra luchadores populares y aborígenes mayas, duró hasta la década de 1990.

Algo muy similar a los de Árbenz Guzmán le ocurrió antes al presidente nicaragüense, liberal, José Santos Zelaya López, en 1909, porque igual, por promover medidas gubernamentales progresistas para modernizar el Estado de Nicaragua y promover la Unidad Centroamericana, fue derrocado por el gobierno yanqui genocida y los traidores conservadores locales, cuyos jefes permitieron la invasión militar de Estados Unidos desde 1912 hasta 1934, año en que comenzó el funcionamiento de la tiranía somocista genocida, impuesta por Estados Unidos.

Así ha operado el gobierno agresor e invasor militar de Estados Unidos desde hace 220 años, tiempo durante el cual ha ejecutado alrededor de 400 agresiones e invasiones militares, matado a más de 24 millones de seres humanos, destruido decenas de países y robado sus recursos naturales, como hacen todavía, actualmente en Siria, Irak y Libia.

Pongamos otro ejemplo de las barbaries de Estados Unidos genocida contra otros países: Indonesia, por ejemplo. Indonesia, compuesto por 17 mil islas en el Sur de Asia, es el cuarto país más poblado de nuestra Madre Tierra, con casi 300 millones de seres humanos, la inmensa mayoría de ellos son musulmanes.

Indonesia fue colonia de los llamados “países bajos”, tan bestiales, atroces, feroces, racistas, genocidas, encabezados por Holanda, desde el siglo 15 hasta mucho después de la Segunda Guerra Mundial, cuando, finalmente se independizó para después caer en las garras mortales de Estados Unidos y de los militares indonesios feroces, encabezados por Haji Mahamad Suharto.

El primer presidente de Indonesia fue Kusno Sosro Sukarno, un líder luchador incansable por la Independencia de Indonesia. Sukarno, anticolonialista, defensor de la Soberanía Nacional y de la gente humilde de su país, comenzó a ser atacado por los militares locales y por Estados Unidos, calificándolo primero de “autoritario”, izquierdista”, “aliado del Partido Comunista Indonesio”, y, por supuesto, “agente del comunismo soviético”.

Esa campaña propagandística política, ideológica, sicológica, guerrerista,  agresiva y de descrédito fue sistemática, sostenida, desde 1958 hasta 1965, cuando los militares gorilas indonesios y Estados Unidos desataron feroz persecusión y exterminio de los miembros del Partido Comunista, de los musulmanes y de todos aquellos presuntos seguidores de Sukarno.

Mataron directamente a balazos y de mil maneras, más bombardeos aéreos, tal como ya se hacía en Vietnam hasta con napalm incendiario, a más de un millón de seres humanos indonesios. Sukarno fue expulsado de la presidencia por un golpe de Estado de los militares indonesios-yanquis genocidas, encabezados por Suharto y Estados Unidos.

Suharto, tirano genocida, estuvo jefeando el poder nacional en Indonesia, sostenido, guiado, financiado, armado hasta los dientes, por Estados Unidos hasta 1998.

Acerca de Pablo Emilio Barreto Pérez

Pablo Emilio Barreto Pérez es: *Orden Independencia Cultural Rubén Darío, *Orden Servidor de la Comunidad e Hijo Dilecto de Managua.
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