Esclavos del capitalismo, trabajadores o proletarios son esclavos del capitalismo por un salario para no morirse de hambre

Una persona escribió lo siguiente:

«No existen esclavos en el capitalismo. El trabajador es libre…”

(Sólo el Socialismo real, científico, salva a la humanidad de la explotación bárbara de los opresores capitalistas-imperialistas).

Le respondemos a este señor, partiendo por lo primero:  La característica principal de la esclavitud antigua fue someter o comprar al esclavo (a)  para hacerlo producir. Su fuerza de trabajo y su propia vida era propiedad del esclavista.  Recordemos que la esclavitud antigua surge con el nacimiento de la propiedad privada y el Estado como órgano de dominación de la clase opresora.

Periodo consolidado hace más de 6 mil años y que inclusive ha coexistido en el actual sistema capitalista neoliberal. Por ejemplo, en 1995 la ONG Repórter Brasil reconoce que entre los años 1996 y 2014 fueron liberados 48.700 esclavos…

En el feudalismo (Siglo IX y XV ) las cadenas fueron reemplazadas por la servidumbre de las tierras feudales y los nuevos instrumentos de producción. Les era más útil un trabajador con mayor instrucción en el manejo de las herramientas de trabajo que un esclavo sometido a la fuerza bruta.

El siervo de la gleba requirió de cierta autonomía para instruirse y manejar el arado y otros medios de trabajo. Se le entregó un trozo de parcela para hacerla producir y así sostener el sistema feudal y a su propia familia. Sin embargo, la tierra del feudo podía venderse con el propio siervo y su núcleo familiar para continuar produciendo al comprador de las tierras.

Al siervo se le concedió ciertas garantías que no tuvo la esclavitud antigua como el derecho a casarse o testar. Pero ello no quitaba la indigna condición de ser propiedad del de señor feudal para los propios intereses de éste, incluyendo el aborrecible «Derecho de pernada”.

Por lo tanto, el siervo seguía siendo un esclavo diferente. Tanto el esclavo antiguo como el siervo de la gleba estaban sometidos de distinta forma por la propiedad privada de las clases dominantes, bajo el yugo del esclavista y del feudo.

En el capitalismo donde predomina la compra y venta de mercancías como resultado de la producción en serie de la manufactura y la industrialización, impulsada por la esclavitud de nuestro continente y África, ya no se requiere al siervo para producir la tierra.

Ahora lo que necesita son trabajadores (ras) asalariados para producir en los talleres y fábricas. Ya no se les coloca grilletes como al antiguo esclavo, ya no se le entrega un mínimo de tierra para que produzca como el siervo feudal.

Ahora la nueva clase social burguesa necesita trabajadores (ras) para hacerlos trabajar en  las fábricas y así producir mercancías al frenético ritmo de la maquinaria. Requiere de fuerza de trabajo más independiente y pagada con un salario.

De esa forma, la clase obrera necesitará volver a buscar dinero para poder subsistir, necesitará volver a la empresa del propietario de los medios de producción para no morirse de hambre.

El capitalista requerirá de asalariados (as) en las ciudades y también en el campo, utilizará proletarios (as) para hacer andar el sistema económico y social productor de mercancías. Al esclavo antiguo lo sometían grilletes y azotes, al siervo de la gleba lo ataba la tierra ajena para poder seguir sobreviviendo, y a la clase asalariada la domina el dinero del dueño de los medios de producción o capital.

Y así como se compra y se vende una mercancía, se compra también la fuerza de trabajo. El asalariado o asalariada al vender por necesidad su fuerza de trabajo, se transforma en una mercancía rentable del capitalista en el mercado laboral, donde se tranzará su fuerza de trabajo según las fluctuaciones del mercado y del capital.

El sentido económico del propietario de los medios de producción o capitalistas, es acumular riquezas o capital con la explotación del trabajo de las y los asalariados. De tal manera, que la clase trabajadora se ve obligada a trabajarle para seguir viviendo.

Por lo tanto, también el proletariado es en cierta manera un esclavo del capitalismo. Se compra su fuerza de trabajo para enriquecer a otros. No es un trabajador (ra) libre. El capitalismo es evidentemente otra forma de esclavitud.

Con el socialismo el proletariado se emancipa de su condición de mercancía. El Estado Socialista cumple la misión de transformar los medios de producción privados en propiedad social para el desarrollo del bien común.

Y como lo expresé anteriormente: «En una comunidad donde los medios de producción son de propiedad social y predominan relaciones de colaboración recíproca, no se puede esperar otra cosa que el mayor desarrollo de las potencialidades que cada ser humano posee. Desplegando sus facultades con pleno gozo, voluntad y responsabilidad social. De esta manera, forjamos una cultura en armonía, humanizada. Con verdadera libertad».

Trabajo y sociedad conscientes se van transformando hasta alcanzar con el paso de las generaciones la extinción del Estado, y éste es superado por la Comunidad.

Nicolás Liberde Llanka

Escritor.

Acerca de Pablo Emilio Barreto Pérez

Pablo Emilio Barreto Pérez es: *Orden Independencia Cultural Rubén Darío, *Orden Servidor de la Comunidad e Hijo Dilecto de Managua.
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