Mi voto por el FSLN, Alianza Unida Nicaragua Triunfa, Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo Zambrana

Mi voto consciente, patriótico, de voluntad soberana es por Alianza FSLN Unida Nicaragua Triunfa

*Pablo Emilio Barreto Pérez

Quienes tenemos alma acerada de patriotas, quienes somos defensores de la Soberanía Nacional, quienes portamos el alma de Dignidad Nacional de Benjamín Zeledón Rodríguez y del General Augusto C. Sandino, quienes como nicaragüenses somos conscientes de que debemos mantener la integridad territorial de nuestro Estado de Nicaragua y Centroamericano, votamos sin vacilaciones por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, por Alianza FSLN Unida Nicaragua Triunfa, por Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo Zambrana.

Cuando en 2011 iban de candidatos por Alianza FSLN Unida Nicaragua Triunfa, el Comandante Daniel Ortega Saavedra y el general en retiro Omar Hallesleven Acevedo, escribí mis razones esenciales para dar mi voto por los candidatos del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Se incluían, por supuesto, candidatos sandinistas a diputados al Parlamento Nacional y al Parlamento Centroamericano.

En aquella ocasión hice una especie de radiografía de la destrucción general de los bienes nacionales ocasionada por los tres gobiernos neoliberales, conservadores, vende patria, traidores, proyanquis descarados, como si nos hubiesen conmocionado nuevamente a los nicaragüenses los terremotos de 1931 y 1972, y el fatídico y mortal Huracán Mitch, en 1998.

Fue una pesadilla horrible haber padecido estoicamente aquel período oscuro y siniestro de 16 años de gobiernos neoliberales, cuyos jefes y jefas se pusieron totalmente al servicio arrastrado de la oligarquía norteamericana y del gobierno criminal genocida de Estados Unidos. Esa pesadilla la padecimos entre abril de 1990 y enero del 2007.

El país, el Estado de Nicaragua, fue dejado en banca rota, sin dinero en las arcas del Banco Central de Nicaragua, porque las bandas de ladrones de los tres gobiernos neoliberales nefastos de: Violeta Barrios viuda de Chamorro, Arnoldo Alemán Lacayo y Enrique Bolaños Geyer, precisamente saquearon, se robaron, los recursos financieros nacionales, los colocaron en sus cuentas personales nacionales y en los llamados “paraísos fiscales”, donde se guardan dineros robados y “lavados”.

Según las investigaciones judiciales, sólo Alemán Lacayo y sus compinches más cercanos se robaron más de 600 millones de dólares del tesoro nacional, y hasta se informó que don Arnoldo sacó de Nicaragua parte de esos dineros en aviones Seminoles, y también fue famoso su narcoyet.

Las carreteras quedaron casi totalmente desbaratadas, ya parecían caminos cualquieras, repletas de hoyo o cráteres, pegaderos pantanosos infernales por todos lados, especialmente cuando uno, cualquier familia, mercancías en camiones, pasajeros en autobuses, se dirigían hacia Bluefields, San Carlos, Río San Juan; ya no digamos ir por los lados de Río Blanco, Mulukukú, Waslala, Tuma-Dalia, Puerto Cabezas, Waspam, mucho menos hacia las minas Rosita, Siuna y Bonanza, en cuyos caminos hasta las mulas y caballos se quedaban pegados en el lodo fangoso, como si tal hubiese pega en el lodo.

Lo más escandaloso relacionado con las carreteras fue la reparación de la Carretera de Managua a Masaya, cuyo presupuesto anual desapareció por dos años seguidos.

Los apagones diarios, en todo el país, duraban hasta 14 horas, y en algunas zonas fuera de ciudades departamentales esas oscuranas hasta semanas y meses, y se veían los ciudadanos, las familias, alumbrarse con candiles, candelas o haciendo fogatas dentro de sus hogares, porque hubo momentos en que tampoco era posible encontrar kerosine para los candiles, ni candelas en las pulperías.

Los Hospitales y colegios públicos casi desaparecen, porque sus servicios esenciales y generales, fueron privatizados en forma desalmada por los tres gobiernos, como si fuesen enemigos clasistas declarados de la gente pobre, la cual, frente a enfermedades comunes debía buscar cómo resolver por su propia cuenta.

Igual pasó con la Educación Primaria y Secundaria, con la de jardines infantiles, porque desde el gobierno chamorrista se ordenó la privatización en todas las escuelas primarias e Institutos de Secundaria. Se mandó a cobrar por matrículas, se impusieron mensualidades, ordenaron eliminar el vaso de leche, mandaron a niños  pobres a comprar sus libros, cuadernos y lápices, y al mismo tiempo intentaron eliminar el 6 por ciento constitucional, estatal, destinado a las universidades estatales.

Impusieron, guiados por el gobierno criminal genocida de Estados, el llamado “Ajuste Estructural del Estado”, y lo usaron como pretexto para reducir casi completamente los fondos estatales destinados a promover asuntos sociales nacionales.

¡Ah¡, el Estado ya reducido en personal y recursos financieros sirvió para ocultar las actividades de “Alí Babá y sus cuarenta ladrones”.

El resto, resumido, de la radiografía mencionada está en mi artículo, escrito y publicado en mi página web: pabloemiliobarreto, en WordPress.com, en 2011.

Este desastre en que fue dejada Nicaragua por los gobiernos neoliberales vende patria, lo viví personalmente, lo documenté cuando era periodista callejero activo, editor y fotógrafo del Diario BARRRICADA en la década del 90, y después cuando todavía anduve recorriendo el país, a pesar de haber quedado en el desempleo al cerrar BARRICADA el 21 de febrero de 1998.

¿Por qué mi voto nuevamente por el Frente Sandinista y la Alianza FSLN Unida Nicaragua Triunfa?

Además de darle importancia esencial a la salud y educación, el gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional ha tenido un desempeño eficientísimo desde que el FSLN reasumió  la conducción gubernamental en enero del 2007.

Comenzó a enfrentar y resolver lo de los apagones de hasta 14 horas diarios, aún estando sin recursos financieros disponibles, y con la ayuda del gobierno bolivariano de Venezuela, encabezado por Hugo Chávez Frías, quien trajo las primeras plantas para producir energía eléctrica.

Desde entonces, yo me he sorprendido cada vez más, porque a pesar de las dificultades financieras, las agresiones de Estados Unidos, los sabotajes disimulados y abiertos de la oligarquía local y de intentos de golpe de Estado muy destructivo en 2018, el Estado de Nicaragua ha ido sólo hacia arriba, hacia el cielo, en cuanto a inversiones estatales para construir carreteras, hospitales nacionales, regionales y primarios, Centros de Salud, Escuelas e Institutos de Secundaria, merienda escolar sin falta en las escuelas, extensión de la Universidad Nacional (UNAN) hacia otras ciudades de Nicaragua, entrega de títulos de propiedad individuales a decenas de miles de familias y comunidades rurales y originarias, parques infantiles, centros turísticos urbanos y rurales, centros de diversiones populares, la promoción de emprendimientos también populares por medio del Ministerio de Economía Familiar, financiamiento de la producción agrícola y pecuaria, la promoción de cooperativas agrícolas, dirigidas por trabajadores del campo; las gestiones oficiales, permanentes, para que hayan inversiones extranjeras y nacionales dentro de Nicaragua, la construcción de decenas de miles de viviendas populares para familias de escasos recursos financieros, la equidad de género en todos los terrenos dominados por el Estado, las unidades policiales para promover la defensa de mujeres, cada vez más estudios y promociones de policías para control del Orden Público y el tránsito cotidiano; el Ministerio de Gobernación capacitando a su personal para dar mejor servicio en Migración y Extranjería, y para mejorar la atención de sentenciados judiciales en las cárceles; la construcción e instalación de cuerpos de bomberos en casi todo el país, jornadas intensivas de reforestación en toda Nicaragua, la demostración de la capacidad de este gobierno sandinista de preocuparse por los más pobres sin vacilaciones y con medidas preventivas valientes y únicas, como quedó recientemente demostrado al ocurrir los dos huracanes en la Costa Caribe Norte nicaragüense; el trabajo intensísimo, sin parar, para que en vez de apagones de 14 horas en los gobiernos neoliberales criminales, hoy ya se cuenta con el 99 por ciento de instalaciones eléctricas en todo el territorio nacional, programas emblemáticos como Usura Cero, programas de inseminación artificial en ganado bovino y porcino, criaderos de peces, garrobos y otras especies de animalitos propios del Estado de Nicaragua, entrenamiento general de la población por parte dl Ejército Nacional y otras instituciones estatales, tanto de escuelas como centros de trabajos y poblacionales para amortiguar mortandad de seres humanos a la hora de posibles terremotos, incendios, inundaciones, huracanes; atención especial del gobierno revolucionario sandinista a la Costa Caribe nicaragüense…!y mucho más¡

Uno de los aspectos más trascendentales, espectaculares, realizados por el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, ha sido el logro increíble, insólito comparado con el desastre fatídico de los gobiernos neoliberales, son la cantidad de carreteras nuevas, construidas y reconstruidas; son 16 carreteras nuevas, hasta completar 4,838 kilómetros de redes asfaltadas y adoquinadas, lo cual refleja un 137 por ciento más de carreteras nuevas en relación al estancamiento y destrucción de las carreteras existentes entre 1990 y 2007, al extremo de que esa red conecta ya a 139 de los 153 municipios de Nicaragua.

Quizás varios millones de pobladores humildes soñaban desde siempre con tener sus carreteras de primerísima calidad desde hace centenares de años, como ocurría entre Managua y Bluefields, entre Juigalpa (Chontales) y San Carlos, Río San Juan; para los lados de Río Blanco, Waslala, Tuma-Dalia, Molukukú, entre Río Blanco y Puerto Cabezas, sólo par citar algunos ejemplos emblemáticos.

En todos estos sectores poblaciones, urbanos y rurales, hoy están felices porque se les cumplieron sus sueños de tener carreteras. Sólo con el Sandinismo se logran estas obras de interés social, de comunicaciones, productivas, para circular, viajar cómodamente, para transportar de forma rápida ahora la producción de granos, hortalizas, café, ganado, o sencillamente ahora viajar rápido en autobuses, en pocas horas, por ejemplo, entre Bluefields y Managua, entre San Carlos y Managua.

Cito aquí como ejemplo de esos sueños de seres humanos humildes, especialmente de zonas rurales, por tener una carretera pavimentada o adoquinada. Mi padre, Octavio Barreto Centeno, campesino, productor pequeño, y yo, estando todavía chavalo, soñábamos con que “algún día” se construyera una carreta entre La Paz Centro, poblado de Momotombo (León Viejo), Malpaisillo y Villa 15 de Julio, para poder evadir los pegaderos de carretas con bueyes, caballos halando carretones, y las dificultades terribles inclusive para caminar a pie por aquellos caminos del Este del Departamento de León. Hoy  esa carretera es realidad y es preciosa.

Sueños parecidos hubo siempre entre productores de café, de granos básicos y hortalizas en el lado Norte del Crucero. Hace poco tiempo, el año pasado, fue construida esta carretera entre el kilómetro 17 (Boquete) de la Carretera Sur y la comunidad Santa Ana, en la Carretera Vieja a León.

Igualmente conductores de vehículos de distintas ciudades, pueblos y comarcas soñaban con esta carretera para acortar camino y tiempo, porque antes irremediablemente se tenía que dar la vuelta hasta por el kilómetro nueve de la Carretera Sur. Ahora se ahorrarán 27 minutos en tiempo al evitar semejante vuelta. Esta carretera tuvo un costo de 38 millones de dólares,  es de base de cemento y de un espesor de 18 centímetros, para beneficiar a 18, 500 pobladores de esta zona del Departamento de Managua.

Cito otros tres ejemplos de sueños de pobladores rurales y urbanos, quizás de más de un centenar de años. Desde siempre fue un lío desesperante cruzar el Paso de Panaloya, donde se juntan las corrientes de agua de los ríos Malacatoya y Tipitapa. Había dos formas de cruzar Panaloya: nadando y en una especie de barcaza, movida por un cable y dos motores. En la barcaza se subían autobuses, camiones, carros, camionetas, carretas, caballos, mulas y seres humanos a pie.

Este Paso de Panaloya es crucial para la vida de 207, 678 pobladores de Boaco, Granada, Managua, e inclusive hacia el lado Sur del Caribe Sur Nicaragüense, pues muchos comerciantes o viajeros caribeños usan la vía del Paso de Panaloya para navegar por medio del Lago de Nicaragua y tomar el Río San Juan hasta el Mar Caribe Sur nicaragüense.

Para terminar con ese suplicio, este Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional construyó un puente de 200 metros de longitud por encima de los dos ríos. Además de permitir ahora el cruce del Paso de Panaloya sin dificultades, el Puente se ha convertido en un Mirador turístico para contemplar las bellezas naturales de la zona Noroeste del Departamento de Granada.

El cruce del portentoso Río Wawa Boom, entre Puerto Cabezas y Waspam, siempre ha sido otro suplicio para comerciantes, transportistas, trabajadores, autoridades municipales y pobladores en general, porque este caudal acuático del Caribe Norte nicaragüense es demás de 200 metros de ancho, muy caudaloso, profundo y con gran de poder de arrastre hacia el Mar Caribe Norte nicaragüense.

Ese cruce difícil siempre se ha hecho por medio de unca barcaza metálica grande, en la cual se suben y cruzan hasta rastras y furgones, camiones, tractores, ganado en pie, vehículos de todo tamaño y seres humanos de a pie. Conozco este suplicio porque cuando laboraba en el Diario BARRICADA me tocó cruzar el Río Wawa Boom decenas de veces. Así me di cuenta que siempre ha sido un sueño la construcción de un puente para cruzarlo.

Al ocurrir los huracanes Eta y Iota, el cruce por el Río Wawa Boom volvió a quedar interrumpido y la barca metálica se arruinó. El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ya está iniciando el inmenso reto de construir ese puente de más de 200 metros de longitud para ese cruce, lo cual es otro reto inmenso, que seguramente el gobierno sandinista cumplirá sin tardanza.

También han tenido sueños parecidos los pobladores de los Municipios de Wiwilí de Nueva Segovia y Wiwilí de Jinotega, los cuales se encuentran enfrente el uno del otro, separados por el caudal de aguas del Río Coco. Yo crucé de un Wiwilí al otro decenas de veces, especialmente después del Huracán Mitch, y de ese modo escuchaba la esperanza soñada de estos pobladores nicaragüense de contar con un puente para cruzar de un Wiwilí al otro, sin dificultades.

Ya se inició la construcción de este puente, cuya longitud será de más de 250 metros. Estos retos son para el gobierno revolucionario sandinista como cuando tomábamos con la decisión de asaltar cuarteles de la Guardia Nacional somocista genocida. Ya se emprendió la construcción del puente y estoy seguro que los pobladores de los dos Wiwilí, muy pronto estarán felices por su puente, el cual evitará estar cruzando el Río Coco al nado y cayucos.

También ha sido sorprendente el crecimiento en cantidad de hospitales de primera categoría y bien equipados, hasta llegar a 33, 18 de los cuales son nuevecitos, más 15 hospitales primarios en sitios, por ejemplo, como Tipitapa, Ciudad Sandino, Malpaisillo.

En Centros y Puestos de Salud se ha crecido a 1,087 en toda Nicaragua. Cuando funcionaron los nefastos gobiernos neoliberales, innumerables Centros de Salud inclusive fueron cerrados, alegando que no había presupuesto estatal, lo cual escondía, realmente la privatización de todo el servicio de salud pública.

El Estado de Nicaragua, el gobierno nacional, los gobiernos municipales, no deben caer nuevamente en poder de partidos neoliberales, conservadores, vende patrias y traidores, porque como demuestra la Historia reciente, los jefes vendidos de la dictadura somocista genocida, al yanqui opresor, y los gobiernos neoliberales de la década del 90 y la mayor parte del 2000, demostraron estar al servicio de injerencias extranjeras, destruyeron Nicaragua y para colmo, ya en el 2007, dejaron en banca rota al Estado nicaragüense.

Por estas y muchas razones históricas, en mi caso personal, le doy, nuevamente, desde siempre, mi voto electoral al Frente Sandinista de Liberación Nacional, porque su dirigencia nacional, su militancia general y sus simpatizantes en todo el país, ya somos varios millones de seres humanos, hombres y mujeres, y como consecuencia habrá FSLN hoy, mañana y siempre, porque el partido rojinegro es el alma lumínica de los patriotas nicaragüenses, y la reencarnación del General  Sandino, de Carlos Fonseca Amador y de todos nuestros gloriosos Héroes y Mártires.

+Pablo Emilio Barreto Pérez: periodista, historiador y cronista insurreccional  de Managua y del Repliegue Táctico de Managua a Masaya.

Voto por el Frente Sandinista, por “Alianza Unida, Nicaragua Triunfa” y por Daniel Ortega Saavedra y su fórmula Omar Hallesleven Acevedo

  • Pablo Emilio Barreto Pérez

(Escrito el 21 de octubre del 2011)

Mi voto, los votos de más de dos millones de sandinistas nicaragüenses, los votos de quienes tenemos alma de patriotas y comprendemos claramente que Nicaragua no debe caer  nuevamente en las garras de vendepatrias feroces, ni de neoliberales ultraconservadores, que en 16 años de las décadas del 90 y parte del 2000, hasta enero del 2007, dejaron Nicaragua en banca rota, con apagones de hasta  14 horas diarias, en hambre, con éxodo masivo hacia el exterior; con la salud, educación, telefonía y electricidad privatizadas en favor, precisamente, de vendidos y traidores.

Sí, nuestros votos deben depositarse por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, por la “Alianza Unida, Nicaragua Triunfa” y por sus candidatos Daniel Ortega Saavedra y Omar Hallesleven Acevedo.

Al menos a mí, y a no menos de cuatro millones de nicaragüenses, no se nos olvidará que los tres pasados gobiernos neoliberales, cuyos gobernantes eran como juntas administradoras al servicio de la oligarquía local y del gobierno imperialista genocida de Estados Unidos, y fueron los causantes de que Nicaragua casi cayera al fondo del abismo económicosocial, y que como Nación casi nos hacen desaparecer.

El gobierno de doña Violeta Barrios viuda de Chamorro, quien se vestía como “angelito”, fue el causante de la desaparición de 550 empresas del Estado, incluyendo el Ferrocarril del Pacífico de Nicaragua y la Lechería de Chiltepe, del despido de más de medio millón de nicaragüenses de sus puestos de trabajo dejados por el gobierno revolucionario sandinista; del éxodo masivo de trabajadores nicaragüenses desempleados hacia Costa Rica, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, España y México;  y de que desaparecieran la Reforma Agraria, que se persiguiera por deudas a los productores, que judicial y policialmente se instaurara una cacería contra los poseedores de lotes, casas y tierras, protegidas por las Leyes 85, 86 y 88.

Además, en el período vende patria, neoliberal ultraconservador de doña Violeta Barrios viuda de Chamorro fueron desaparecidos hasta los casi cinco mil Centros de Desarrollo Infantil para los hijos de trabajadores. Es decir, fueron arrojados al fondo del abismo clasista burgués todos los beneficios sociales, económicos, políticos, legales, educacionales, de salud y de Soberanía Nacional, dejados por el gobierno revolucionario, encabezado hasta 1990  por el comandante Daniel Ortega Saavedra.

Inclusive, Violeta Barrios viuda de Chamorro se atrevió, como todo pelele, traidor y vendepatria, a declarar, sin tener facultad alguna, que le perdonaba al gobierno criminal genocida de Estados Unidos la deuda de 17 mil millones de dólares, fijados por Sentencia firme, sin posibilidad alguna de apelación, por la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas (ONU), ubicada en La Haya, en aquel mes de junio de 1986.

Fue funesto, horrible, decepcionante, atroz, ese período de gobierno de Barrios viuda de Chamorro, pues ofreció “más empleo”, construcciones masivas  de casas, mejorar la educación, progreso económico para Nicaragua, y fue todo lo contrario, porque centenares de miles de nicaragüenses tuvieron que emigrar en busca de empleo, y su régimen neoliberal fue el punto de partida de la destrucción de un Estado que avanzaba fuerte con el gobierno revolucionario sandinista.

Funesto, desastroso, deshonesto, corrompido en extremo fue el gobierno de don Arnoldo Alemán Lacayo, quien comenzó como “Alí Babá y sus 40 ladrones” en la Alcaldía de Managua, donde fundó su Partido Liberal Constitucionalista, continuó con el fraude colosal de las elecciones de 1996, pues las boletas electorales con los votos del Frente Sandinista de Liberación Nacional aparecieron en barriles de basura, en cauces, potreros, en caminos y hasta en oficinas de algunos de los funcionarios gubernamentales, que contaron con la complicidad descarada de doña Rosa Marina Zelaya, quien fungía como presidenta del Consejo Supremo Electoral.

Alemán Lacayo ofreció construcción de 50 mil casas nuevas, 150 mil empleos nuevos, convertir a Nicaragua en “el granero de Centroamérica”, pero en realidad los recursos financieros del Estado nicaragüense, achicado o reducido ya por órdenes del Fondo Monetario Internacional y el gobierno criminal de Estados Unidos, mediante “Ajustes Estructurales” superdañinos y clasistas, fueron atracados, asaltados por Alemán Lacayo y su banda de bandidos, que parecían sultanes en hoteles de lujo, en bodas opulentas en Miami, llevando el dinero robado en aviones de Seminoles y en helicópteros con tufos a drogas, y quedó demostrado en juzgados criminales de Managua que don Arnoldo Alemán y sus compinches que se robaron, del Presupuesto Nacional de Nicaragua, más de 600 millones de dólares.

La otra y última “Huaca” desalmada de 17 mil millones de córdobas, fue la de don Enrique Bolaños Géyer, terrateniente al mejor estilo patriarcal feudal esclavista, ultraconservador, infiltrado en el Partido Liberal Constitucionalista de Alemán Lacayo, y aliado don “Churruco” masayense con su compinche oligarca Eduardo Montealegre Rivas, echaron inicialmente una “cortina de humo” moralista con sus acusaciones a don Arnoldo Alemán Lacayo y “sus 40 ladrones”, pues resultó que este gobierno de Bolaños, también enlodado con fraude electoral, fue el protagonista principal para terminar de venderse a sí mismos y a sus aliados de clase, la energía eléctrica, las telecomunicaciones, profundizar la privatización en todo  los sentidos, y profundizaron también su calidad de vendepatrias, traidores y peleles.

Con Bolaños abundaron los rótulos propagandísticos electorales de “más empleo”, y cuando tomó el gobierno llamó a “arremangarse la camisa”, mientras parecía estar con el látigo en la mano para descargarlo contra todos aquellos que no fuésemos terratenientes y oligarcas como él.

Con Bolaños hubo hambre, se profundizó la privatización de los servicios del Estado, los “apagones de luz” llegaron a las 14 horas diarias, la desesperación de mucha gente humilde llegó casi a niveles de locura, y dichosamente los votantes fueron a votar por la Alianza del Frente Sandinista de Liberación Nacional, y eligieron a Daniel Ortega Saavedra, como presidente y a su fórmula Jaime Morales Carazo.

De inmediato, en enero del 2007, el panorama de Nicaragua comenzó a cambiar nuevamente, como cuando derrumbamos con las armas en las manos a la dictadura somocista genocida, en julio de 1979.

Comenzaron a esfumarse los apagones de 14 horas, la gente humilde, los pobres en general, empezaron a tener esperanzas en este gobierno nuevo de Reconciliación y Unidad Nacional, encabezado por Daniel Ortega Saavedra.

En poco tiempo, con apoyo financiero y político decidido de la “Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América” (ALBA), encabezada por Hugo Chávez Frías en Venezuela, el gobierno electo mediante los votos en las elecciones de noviembre del 2006, comenzó a resolver los problemas sociales, económicos, de producción y técnicos más acuciantes, mediante programas sociales que han beneficiados a más de medio millón de familias nicaragüenses.

Retornó con pujanza la Alfabetización mediante “Yo sí Puedo”, la “Operación Milagro”, iniciaron los programas emblemáticos “Hambre Cero, “Usura Cero”, la entrega de decenas de miles de títulos de propiedad, negados desalmadamente por los tres gobierno mencionados; han vueltos los vasos de leche y meriendas a escolares en escuelas primarias y secundarias, los estudiantes universitarios tienen ahora becas por decenas de miles, los pasajes en autobuses urbanos se mantienen congelados, se subsidia a los que consumen menos de 158 kilovatios de energía en sus domicilios, se están reponiendo los autobuses viejos por nuevos en Managua, ahora se le da prioridad a casi 400,000 productores agrícolas y agropecuarios medianos y pequeños, porque ellos producen los frijoles, maíz, arroz, hortalizas y frutas; se respalda decididamente a las mujeres en la Policía Nacional, ahora sí se promueven los empleos nuevos a pesar de las dificultades económicas, ya se resolvió el problema de la energía eléctrica y a mediano plazo seremos capaces de cooperar con energía sobrante hacia otros países centroamericanos, en los hospitales ahora se atiende gratuitamente y con calidez humana, la educación hoy es gratuita otra vez como durante el régimen revolucionario sandinista de la década del 80, las exportaciones privadas y estatales han crecido de manera acelerada, a pesar de contradicciones somos aprobados como país cumplidor por el Fondo Monetario Internacional, nuestra Soberanía Nacional se ha elevado a nivel supremo como cuando el General Sandino y el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional con las armas en las manos expulsaron a los agresores.

El gobierno de la Alianza, Unida Nicaragua Triunfa, encabezado por el Frente Sandinista y administrado por el presidente Daniel Ortega Saavedra, con su trabajo pegado a todos los sectores sociales, especialmente ligado a los más pobres, se ha apuntado mil puntos, si lo comparamos con el accionar destructivo, fatídico, mortal y deprimente de los gobiernos neoliberales anteriores, que, insisto, actuaron como juntas administradoras de los intereses de la oligarquía local, de las empresas trasnacionales imperialistas yanquis y de otros países capitalistas salvajes, y del gobierno imperialista de Estados Unidos.

Por los motivos mencionados arriba, le doy mi voto a la Alianza Unida Nicaragua Triunfa, encabezada por el Frente Sandinista, y llamo a todos los ciudadanos conscientes, hombres, mujeres, especialmente jóvenes, a respaldar con sus votos al comandante Daniel Ortega Saavedra y su fórmula Omar Hallesleven Acevedo, porque este gobierno sandinista sí se parece al pueblo, es como un gemelo del pueblo, es como un hermano solidario siempre ubicado junto a quienes más necesitan de los recursos del Estado, del poder del gobierno y del Frente Sandinista para resolver sus problemas más apremiantes.

El Frente Sandinista es el único partido realmente progresista existente en Nicaragua. El FSLN es el único partido político revolucionario que puede conducirnos a construir el nuevo  modo de producción socialista en la Nicaragua de Rubén Darío, de Benjamín Zeledón Rodríguez, del General Sandino, de Carlos Fonseca Amador, de Carlos Núñez Téllez, de Eduardo Contreras Escobar, de Germán Pomares Ordóñez, de Ricardo Morales Avilés, de José Benito Escobar Pérez, de Óscar Turcios Chavarría, de Julio Buitrago Urroz, de Carlos Roberto Huembes Ramírez, de Camilo Ortega Saavedra, de Leonel Rugama Rugama, de Angelita Morales Avilés, de Arlen Siú Bermúdez, de Luisa Amanda Espinoza, de Óscar Danilo Rosales Argüello, de Hilario Sánchez Vásquez, de William Ramírez Solórzano y de todos los Héroes y Mártires de la Revolución Popular Sandinista.

Managua, 21 de octubre del 2011.

  • Pablo Emilio Barreto Pérez: periodista, fotógrafo, Cronista de la Capital, Orden Independencia Cultural Rubén Darío, Hijo Dilecto de Managua, Orden Servidor de la Comunidad del Movimiento Comunal Nicaragüense, Orden José Benito Escobar Pérez de la Central Sandinista de Trabajadores (CST nacional) y Orden Juan Ramón Avilés de la Alcaldía de Managua.
  • Residente en la Colonia del Periodista No. 97, frente al portón del parque, en Managua. Teléfonos: 22703077 y 88466187.

Acerca de Pablo Emilio Barreto Pérez

Pablo Emilio Barreto Pérez es: *Orden Independencia Cultural Rubén Darío, *Orden Servidor de la Comunidad e Hijo Dilecto de Managua.
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