Gobiernos neoliberales, gobiernos neoliberales destructivos en Nicaragua

Destruir el país fue como un “juego” para Toño Lacayo O.

Huracán neoliberal destructivo comenzó con doña Violeta y su yerno

• Los corruptos de los Gobiernos neoliberales, conservadores y proyanquis, de abril del 90 a enero de 2007, deben retribuir al Estado por los daños causados y la robadera de Alemán Lacayo y Don Eduardo Montealegre Rivas

Pablo E. Barreto Pérez

El “huracán” neoliberal destructivo del capitalismo salvaje, de “ajustes estructurales” en el Estado, de desmantelamiento del Estado o régimen revolucionario sandinista, de la contrarreforma agraria, de la contra reforma urbana, de contrarreforma económica y social; en resumen: de todo lo que tuviese contenido popular, con el apoyo pleno del gobierno criminal genocida de Estados Unidos y sus sicarios contrarrevolucionarios, incluyendo a oligarcas locales y restos del somocismo sangriento derrocado para siempre por la Revolución Popular Sandinista en 1979; sí, esta destrucción cruelísima, comenzó en abril de 1990, debido, lamentablemente, a que el Frente Sandinista de Liberación Nacional perdió las elecciones nacionales de febrero de ese mismo año.

Sí, la destrucción del Estado y del país la comenzaron doña Violeta Barrios viuda de Chamorro y su yerno, Antonio Lacayo Oyanguren, hombre de confianza, me imagino, del gobierno de Estados Unidos, pues de lo contrario su suegra, llegada al poder político nacional gracias a la agresión militar y económica impuesta por el gobierno norteamericano en toda la década del 80, no lo habría colocado como “ministro de la Presidencia”, para que la “guiara”, la “condujera” en la conducción del gobierno derechista, neoliberal-conservador-proyanqui-prosomocista-contrarevolucionario, es decir, ambos directores de una “junta administradora” clasista, para velar por los intereses oligárquicos locales y de dominación de Estados Unidos en Centroamérica.

Aunque ahora el yerno don Toño Lacayo Oyanguren salga con cartas elegantes queriéndose apartar de la maloliente corrupción neoliberal-conservadora-capitalista salvaje, los hechos hablan por sí solos y se muestran como en colosales rótulos luminosos frente al país y en la memoria de nosotros los nicaragüenses que no nos vendemos, ni nos ponemos de rodillas frente al yanqui opresor y sus oligarcas locales vendidos.

Voy a recordar sólo unas cuantas joyas de la obra destructiva y del quehacer clasista de doña Violeta Barrios viuda de Chamorro y su yerno Lacayo Oyanguren.

Comenzaron, ambos, despidiendo a 80 mil empleados públicos o del Estado, alegando que el Estado debía reducirse, para reducir los gastos presupuestarios estatales. Basándose en este argumento, desmantelaron casi 550 empresas estatales productivas, entre otras, la del Proyecto Agroindustrial del Valle de Sébaco y la Lechera de la Península de Chiltepe (Lago Xolotlán o de Managua), la cual en 1990 ya tenía más de 10 mil cabezas de ganado Holstein y Pardo Suizo e iba rumbo a producir más de 30 millones de galones de leche por año, con el fin de abastecer de leche y queso al país y sostener cotidianamente “el vaso de leche” de niños escolares.

Chiltepe era un proyecto en diez mil manzanas de tierras, apoyado por el gobierno de Canadá, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.

Sólo en el campo productivo agropecuario, relacionado con la Reforma Agraria, hicieron desaparecer, entre otros proyectos: Desarrollo Cooperativo Rural Integral Pueblo Nuevo, Proyecto de Tabaco Guaná-La Vigía, Desarrollo Rural Integral del Valle San Luis, Proyecto de Melaza en el Ingenio Benjamín Zeledón Rodríguez, Proyecto Lechero Muy Muy-Matiguás, Desarrollo Ganadero Asociación Nicaragua-Libia, Proyecto Agroindustrial para pasta de Cacao, Proyecto de Alimentos del Valle de Jalapa, Desarrollo Rural Integral San Ramón, Proyectos arroceros Los Malacos y Ñocarime, Desarrollo Integral de Tasba Pri, Proyecto de Cacao de Nueva Guinea, Planta de Sales Minerales, Banco de Material Genético para hatos de ganado Brahaman puros, Empresa comercial de hatos Gaspar García Laviana, Desarrollo Ganadero Boaco-Chontales, Industria Frutera del Gran Lago de Nicaragua, Producción Agroindustrial del Valle de Sébaco, Matadero Avícola Raúl González, Producción de Plátano Criollo, Proyecto de Desarrollo Integral Chinandega Norte (Chinorte)…

Golpe mortal contra los pobres

Este gobierno “democrático” del yerno Lacayo Oyanguren arrancó y vendió como chatarra el Ferrocarril del Pacífico de Nicaragua, el transporte más barato para la gente pobre, especialmente campesinos situados en las cercanías de donde estaban instalados sus rieles desde el Puerto de Corinto: Chinandega, pasando por León, Paz Centro, Nagarote, Malpaisillo, Sauce, Managua, Masaya, Granada y Carazo.

El Ferrocarril del Pacífico de Nicaragua tenía más de un siglo de existencia y prestando servicio cotidiano a pobres y a grandes empresarios capitalistas, pues en él se trasportaba desde un canasto con ayotes, fletajes de sandías y pipianes, gallinas y gallos, cerdos, cargas de leña, maíz del campo a las ciudades, trigo o millón de las zonas productivas a León, Managua, Masaya, Granada, etc., hasta maquinaria pesada en sus vagones.

Este Ferrocarril de Nicaragua fue arrancado y vendido por doña Violeta Barrios y su yerno Toño Lacayo mientras en dos países superdesarrollados, imperialistas, de capitalismo salvaje, construían un tren modernísimo, muy rápido, por debajo del Canal de La Mancha (brazo de Mar del Océano Atlántico que separa Francia de Inglaterra o Reino Unido), en 35 kilómetros, para unir poblaciones del Reino Unido y Francia. Este tren moderno allí está funcionando actualmente, igual que en Japón, en México, Estados Unidos, en Rusia, en Bolivia, en Perú, en los túneles del heladísimo Monte Blanco (en los Alpes europeos), en los Andes de América del Sur, en Argentina, en Brasil, etc.

Toda esta barbarie neoliberal “democrática” fue en una sola andanada huracanada, porque según argumentaban estos oligarcas y sus servidores oportunistas, los sandinistas eran “antidemocráticos”, “verticalistas”, “dogmáticos”, “enemigos del progreso”, pero…

En poco tiempo mandaron a desmantelar también varios miles de Centros de Desarrollo Infantil Rurales y Urbanos, en los cuales las mujeres y padres trabajadores dejaban a sus hijos pequeños mientras ellas y ellos estaban laborando en empresas estatales y privadas.

Inmediatamente se comenzó a desmantelar el sistema productivo agropecuario que había dejado el régimen revolucionario, se emprendió la contra reforma agraria, la contra reforma urbana, lo cual implicó al mismo tiempo una persecusión policial y judicial masiva en contra de los pobladores beneficiarios de las Leyes 85, 86 y 88, es decir, lotes en vecindarios, casas en colonias y repartos y las tierras de varios centenares de cooperativas agrícolas beneficiarias de la Reforma Agraria Sandinista.

Más de 300 mil familias nicaragüenses fueron perseguidas y gran parte de ellas desalojadas de sus lotes, casas y tierras.

Se inició la persecusión de los Sindicatos de línea sandinista, especialmente los organizados en la Central Sandinista de Trabajadores, Asociación de Trabajadores del Campo, de la Federación de Trabajadores de la Salud y varios miles de cooperativas agrícolas, especialmente en el Norte, Oeste y Oriente de Nicaragua.

Asimismo, se procedió a privatizar empresas estatales por centenares, entre otras AERONICA y ENABUS, sólo para mencionar dos, quizás las más emblemáticas por los conflictos callejeros que hubo en torno a ellas.

La desarticulación del régimen revolucionario sandinista parecía un plan desesperado, propio de contrarrevolucionarios siguiendo líneas de dominación imperialista neocolonial, pues inmediatamente emprendieron la desaparición del Banco Nacional de Desarrollo, del Banco de Crédito Popular y todo aquel sistema financiero que pudiera servirle a los pobres para desarrollarse o continuar sobreviviendo.

Beato “pulcrísimo” contra la educación popular

Humberto Belli Pereira, hombre “pulcrísimo” del OPUS DEI (Ciudad de Dios), fue el encargado de desmantelar la Alfabetización y el Programa de Educación de Adultos, y de forma muy “culta” mezclada con el odio profundo que siente contra los pobres, ordenó el despido de los técnicos alfabetizadores; se construyó un crematorio a la orilla de su despacho del Ministerio de Educación (en el Centro Cívico Camilo Ortega Saavedra, en el ZUMEN), donde procedió a quemar los libros de la Alfabetización, y de paso hizo desaparecer el Museo de la Cruzada Nacional de Alfabetización, de 1980.

Siguiendo obedientes ambos, doña Violeta y su yerno Lacayo Oyanguren, procedieron a ejecutar el llamado “Plan de Ajuste Estructural” en el Estado, el cual dio rienda suelta para justificar la privatización de empresas estatales, la reducción del presupuesto nacional para gastos sociales, y de ese modo irle echando tierra a las atenciones gubernamentales en Salud, Educación, Viviendas, becas para mejorar la capacidad de profesionales, técnicos y científicos en diversas ramas de las ciencias.

En este marco reaparecieron antiguos somocistas reclamando propiedades (y a muchos se las devolvieron, se las pagaron dos y tres veces) y también los “gringos caitudos” (es decir, somocistas expulsados por la Revolución Sandinista), también reclamando propiedades, lo cual continúa todavía hoy al 2010.

Volvió la agitación estudiantil porque este gobierno “democrático” neoliberal intentó despojar a las universidades estatales y sus estudiantes del célebre y sacrificado “seis por ciento”, y a los estudiantes y autoridades universitarias les echaron la Policía y mataron a Ernesto Porfirio Ramos Villareal e hirieron gravemente a los también estudiantes universitarios Bismark Santana (este perdió una pierna), Jerónimo Urbina y Neil Somarriba, en las cercanías de la Asamblea Nacional y Casa de Gobierno, en los escombros de Managua.

Procedieron a cambiarle nombres a Colegios Públicos, Hospitales y vecindarios, y a la vez, descaradamente, le colocaron nombres que la gente nunca acordó en asambleas, y también impusieron nombres funestos como el del “Barrio 380”, en recordación del coronel GN genocida Enrique Bermúdez.

El régimen revolucionario sandinista dejó el desempleo en un ocho por ciento. Los Partidos políticos derechistas, agrupados en la llamada Unión Nacional Opositora (UNO), sus dirigentes politiqueros vendidos, guiados por sus amos del gobierno yanqui, ofrecieron más empleos nuevos, pero ya vemos, de entrada despidieron a 80,000 trabajadores de la estructura del Estado, en revancha por ser sandinistas la mayoría de ellos, más varios a miles de hombres y mujeres del Ejército Popular Sandinista y del Ministerio del Interior; más los despedidos directos e indirectos de quienes laboraban en las más de 500 empresas estatales desmanteladas. Algunos economistas llegaron a sostener que los despedidos habían sido unos 500,000 en total.

Aparecieron los conflictos de ENABUS, ENABIN, en los denominados Colegios “Autónomos» y privatización descarada de los Colegios Públicos. Todo fue una avalancha horrible, pues al mismo tiempo don Arnoldo Alemán Lacayo apareció robando sin cesar en la Alcaldía de Managua, donde lo primero desaparecido o robado fue la enorme cantidad de maquinaria pesada y liviana que dejó (y entregó en público, en el Malecón de Managua) Carlos Carrión Cruz, el último coordinador de la Junta de Reconstrucción de Managua.

Robadera en la Alcaldía de Managua

Don Arnoldo Alemán Lacayo se instaló en la Alcaldía (después de que algunos concejales socialcristianos traicionaron) rodeado de otros maleantes como Byron Jerez Solís, quien incluso compraba maquinaria refaccionada en Miami y la metía como “nuevecita” en las cuentas de la Comuna Capitalina, después de pasar por las Aduanas correspondientes.

Asimismo, aparecieron los “cañonazos” en la Asamblea Nacional, los pagos “por debajo de la mesa”, el invento del PRONAL para maniobras en el gobierno; con este régimen neoliberal conservador chamorrista se quitaron la máscara algunos dizque sandinistas convertidos desde entonces en MRS, algunos “comunistas” y “socialistas” también cerraron filas con este gobierno bendecido por el gobierno genocida yanqui en 1990.

Ningún organismo nacional (debió ser la Asamblea Nacional), ni internacional, autorizó a Doña Violeta Barrios viuda de Chamorro y a su yerno Lacayo Oyanguren a “perdonar” la deuda de 17,000 millones de dólares de Estados Unidos a Nicaragua, debido a la célebre sentencia de la Corte Internacional de La Haya (de la Organización de Naciones Unidas (0NU), cuyos jueces encontraron culpable al gobierno agresor militar genocida de Estados Unidos por los daños materiales y humanos causados por su guerra mercenaria-somocista-CIA de la década de 1980.

Sin embargo, también cometieron ese abuso de venderse, de ponerse de rodillas ante su amo yanqui, el agresor de siempre en contra de los pueblos de América Latina. ¿Quién autorizó a doña Violeta a “perdonar” esa deuda de 17,000 millones de dólares? ¡Ese dinero no era, ni es suyo, es de Nicaragua, por tanto esa decisión es otra canallada de doña Violeta Barrios y del gobierno criminal de Estados Unidos¡ Eso dinero deben pagarlo. La Corte Internacional de Justicia nunca anuló esa sentencia de junio de 1986.

Éxodo masivo provocado por gobiernos “democráticos”

Dije que sólo citaría unos cuantos ejemplos de la destrucción y corrupción de este régimen neoliberal chamorrista. Sólo tres más: Debido al desempleo galopante, ocasionado por este régimen “democrático” chamorrista, se inició el éxodo masivo de varios centenares de miles de nicaragüenses hacia Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, México, España y otros países.

En 1991, debido a la persecusión de sandinistas, de sindicatos, cooperativas, de pobladores por lotes, especialmente en Managua, y por la revancha política antisandinista de don Arnoldo Alemán Lacayo, quien se declara (en esos días) “heredero” del somocismo genocida, estalla un conflicto que termina con la quema de la Alcaldía de Managua.

Alemán Lacayo acusa al comandante Daniel Ortega Saavedra de ser el autor intelectual de ese incendio y el propio Alemán Lacayo me acusa a mí de ser uno de los jefes de los incendiarios en la Comuna Capitalina, debido a lo cual me echaron preso. Yo nunca estuve ni en las cercanías de la Alcaldía, pero me acusaron y parecía que Alemán Lacayo se burlaba del gobierno chamorrista “democrático” con todas estas provocaciones de pleitos callejeros y persecusiones de pobladores por lotes, casas y tierras.

El propio Arnoldo Alemán Lacayo alentaba la persecusión policial, judicial y con sus matones de la Alcaldía (se organizó un “Cuerpo de Inspectores Municipales”, con funciones policiales) en contra de pobladores beneficiarios de lotes, casas y tierras por imperio de las Leyes 85, 86 y 88.

Persecusiones a sectores populares e incendios criminales

Varias miles de familias habían sido ya despojadas de sus lotes, casas y tierras, cuando una pandilla de 180 matones, jefeados por Frutos Chamorro Argüello, Henry Núñez Abarca y Juan Pablo Rivas Castro, en otro intento criminal de desalojo (más pretensiones de asesinato), le prenden fuego a mi casa el 14 de abril de 1994, fenómeno socio político de revancha que no fue detenido por este gobierno “democrático” de doña Violeta Barrios de Chamorro, cuyo yerno pretende ahora ponerse al margen de la colosal corrupción de los tres gobiernos neoliberales entre abril de 1990 y enero del 2007.

El país fue destruido, el Estado desmantelado, saqueado, robado… Los gobiernos neoliberales, conservadores, oligárquicos, antipopulares de abandono de políticas sociales hacia los más pobres, de saqueo de recursos naturales y financieros, de quiebra de bancos, de compra de propiedades a precio de “guate mojado”, de robos gigantescos al estado, de lavado de dinero robado… sí, los gobiernos de Alemán Lacayo y de Bolaños Geyer, fueron seguidores de la obra destructiva y privatizadora del gobierno UNO de Doña Violeta Barrios viuda de Chamorro y de Don Toño Lacayo Oyanguren, el yerno, quien hoy desesperadamente quiere limpiarse las culpas de corrupción (a lo Poncio Pilatos), así como Alemán Lacayo y Eduardo Montealegre Rivas afanosamente buscan una amnistía que los limpie de los grandes robos al erario público o Estado de Nicaragua.

La máscara ya se les cayó hace mucho tiempo. Ya no pueden hacer teatro para engaños públicos. La fabricación permanente de mentiras descaradas, igualmente ya no funcionan.

Por decencia, por vergüenza, por ética, por moral, por responsabilidad histórica, estos personajes corruptos debieran devolverle al Estado de Nicaragua lo que le han destruido y robado en 16 años de gobiernos, que siempre estuvieron al servicio de la oligarquía local y del gobierno genocida de Estados Unidos.

Managua, 4 de marzo del 2010.

Pablo E. Barreto Pérez: periodista, investigador histórico, fotógrafo, Cronista de la Capital, Orden Independencia Cultural Rubén Darío, Hijo Dilecto de Managua, Orden Servidor de la Comunidad del Movimiento Comunal Nicaragüense, Orden José Benito Escobar Pérez de la Central Sandinista de Trabajadores (CST nacional) y Orden Juan Ramón Avilés de la Alcaldía de Managua.

Residente en la Colonia del Periodista No. 97, frente al portón del parque, en Managua. Teléfonos: 88466187 y 22703077.

Pablo Emilio Barreto Pérez Honorable amigo y distinguido académico Guillermo Gómez Santibáñez,

Mis saludos cordiales y fraternales para usted.

A su artículo corto y de formidable contenido histórico, colocado en un espacio tan estrecho como Facebook, sólo bastaría recordar que los tres gobiernos neoliberales (Violeta Barrios, Alemán Lacayo, Bolaños Geyer), conservadores, proyanquis, somocistas disimulados, aplicadores de las medidas estructurales de reducción del Estado (del Fondo Monetario Internacional y de las trasnacionales gringas), dejaron Nicaragua en banca rota, en oscurana porque destruyeron y vendieron la energía nacional, mandaron a más de medio millón de empleados al desempleo, desarticularon 550 empresas del Estado, desarticularon la Reforma Agraria, Urbana y Bancaria, privatizaron la educación y la salud, despojaron a cooperativas agrícolas de sus tierras, persiguieron a 300, 000 familias que habían sido beneficiadas con lotes, casas y tierras, destruyeron el Ferrocarril del Pacífico de Nicaragua, mandaron a cerrar varios miles de Centros Infantiles, se robaron centenares de millones de dólares de la ayuda a los damnificados del Huracán Mitch y con ese dinero se construyeron mansiones colosales en centros turísticos; desarticularon la Educación de Adultos, interrumpieron programas de desarrollo que venía empujando el gobierno revolucionario sandinista, fueron los causantes del enorme éxodo de nicaragüenses hacia Costa Rica, lo cual continúa hoy todavía, mandaron a quemar casas como la mía aquel 14 de abril de 1994 en el kilómetro 11 de la Carretera Sur; es conocido que sólo Alemán Lacayo, robó, robó y robó en la Alcaldía de Managua y al frente del gobierno… y muchísimo más se puede recordar de aquellos 16 años negros, horribles para la Patria Grande y Luminosa de Sandino y de Carlos Fonseca Amador.

Sí, hay problemas, pero el gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional es completamente distinto a aquellos tres gobiernos neoliberales, de mafiosos, traidores y vende patrias.

Hoy han vuelto a tener prioridad los más humildes, los más indefensos, el vaso de leche para los niños, los programas sociales que buscan amortiguar y mejorar las condiciones de vida de centenares de miles de familias que fueron totalmente abandonadas por los gobiernos neoliberales.

Las carreteras hoy están en buen estado, por ejemplo; con los gobiernos neoliberales esas carreteras casi desaparecen. ¿Querrán la mayoría de los nicaragüenses patriotas, dignos, defensores de la Soberanía Nacional,  volver a esa noche oscura del neoliberalismo genocida y entreguista de nuestros recursos naturales?

!Estoy convencido de que no¡ Aunque en medio de problemas, este gobierno, presidido por el Comandante Ortega Saavedra, !va por buen camino¡, y seguramente continuará el Frente Sandinista al frente del país, otra vez, a partir de 2016. Lo invito a visitar mi página: pabloemiliobarreto.tk, en la cual hay unos 400 escritos variados y uno titulado: «Huracán Neoliberal», que toca este tema abordado por usted, amigo Gómez, precisamente.

Su amigo y servidor: Pablo E. Barreto Pérez.

Acerca de Pablo Emilio Barreto Pérez

Pablo Emilio Barreto Pérez es: *Orden Independencia Cultural Rubén Darío, *Orden Servidor de la Comunidad e Hijo Dilecto de Managua.
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